¿Factura crédito o al contado: qué conviene más y por qué?
Elegir entre emitir una factura al contado o una factura a crédito no es solo una decisión operativa: tiene implicancias financieras, legales y estratégicas que pueden afectar directamente la salud de tu flujo de caja, el acceso a financiamiento e incluso la relación con tus clientes.
En este artículo analizamos en profundidad ambas modalidades desde el contexto chileno, incluyendo aspectos legales, ventajas y desventajas, ejemplos prácticos, y recomendaciones clave según el tipo y tamaño de empresa.
1. Contexto legal y definiciones en Chile
Un factor clave en esta decisión es entender cómo se regula la facturación en Chile y qué implicancias legales tiene cada modalidad. Por ejemplo, la Ley N° 21.131 (Ley de Pago a 30 días) cambió radicalmente la forma en que se gestionan los plazos de pago entre empresas, buscando mejorar la liquidez de las pymes y reducir abusos comerciales. Esta ley no solo establece plazos máximos, sino que también obliga a registrar la fecha de recepción de la factura para que el cómputo sea válido.
1.1 ¿Qué dice la ley sobre factura al contado?
En Chile, una factura al contado implica que el pago se realiza de forma inmediata al momento de la emisión. La ley permite esta práctica, pero exige que el pago se haya efectivamente recibido para considerarla válida como tal. Emitir una factura al contado sin haber recibido el pago puede ser sancionado, además de comprometer la veracidad tributaria.
1.2 ¿Qué implica emitir una factura a crédito?
Por el contrario, una factura a crédito permite diferir el pago hasta un plazo pactado, habitualmente 30, 60 o 90 días. Esta modalidad está regulada por la Ley de Pago a 30 días, que establece que, salvo acuerdo distinto entre las partes, toda factura debe pagarse dentro de 30 días corridos desde su recepción.
Además, las facturas a crédito son títulos ejecutivos, lo que otorga ventajas legales en caso de cobranza judicial, y permiten ser cedidas vía factoring como instrumento de financiamiento.
2. Ventajas y desventajas comparadas
Un aspecto clave al optar por la facturación a crédito es que permite, en caso de incumplimiento de pago, publicar la deuda en registros como DICOM o el Boletín Comercial. Estas herramientas de cobranza extrajudicial no están disponibles para facturas al contado, a menos que exista un documento que acredite la deuda pendiente.
Esto significa que una factura a crédito no solo entrega más tiempo al cliente, sino que también fortalece la posición del proveedor en caso de mora, facilitando la recuperación del dinero mediante mecanismos formales de presión y reputación comercial.
2.1 Ventajas del pago al contado
- Flujo de caja inmediato: Recibir el pago en el acto mejora la liquidez.
- Riesgo cero de morosidad: No se expone a impagos ni atrasos.
- Descuentos atractivos: Algunos proveedores ofrecen descuentos por pronto pago.
2.2 Desventajas del pago al contado
- Menor flexibilidad para el cliente: Podría limitar ventas a quienes dependen del crédito.
- Menor competitividad en B2B: Muchas empresas prefieren condiciones de pago a plazo.
2.3 Ventajas del crédito / factura a crédito
- Acceso a más ventas: Especialmente en proyectos grandes o con clientes empresariales.
- Posibilidad de financiamiento: Mediante factoring o cesión de facturas.
- Mayor fuerza legal: El título ejecutivo permite acciones judiciales más rápidas.
2.4 Desventajas del crédito
- Probabilidad de impago: Existe riesgo de que el cliente no pague en el plazo pactado. Sin embargo, este riesgo es gestionable y va acompañado de beneficios: permite vender, operar y, en caso de mora, se puede realizar cobranza formal, publicar en DICOM o incluso iniciar acciones judiciales.
- Ajuste del flujo de caja: Al diferir el ingreso, la empresa debe planificar sus pagos y compromisos. No es una desventaja en sí, sino un aspecto de gestión financiera que debe considerarse para evitar desequilibrios temporales.
Estas "desventajas" no deben ser vistas como obstáculos, sino como factores a manejar.
3. ¿Cuándo conviene cada opción? Criterios esenciales
3.1 Estado de liquidez y flujo de caja
Analizar la posición de liquidez de la empresa es clave. Una empresa con bajo capital de trabajo debería privilegiar el pago al contado, mientras que una con margen para financiar operaciones puede ofrecer crédito. Las empresas que usan indicadores como el ratio de liquidez corriente (activo corriente/pasivo corriente) suelen tomar decisiones más informadas en este ámbito.
Una empresa con liquidez limitada puede preferir el contado para mantener la operatividad, mientras que una con buena salud financiera puede tolerar el crédito para aumentar sus ventas.
3.2 Margen de utilidad y costos financieros implicados
Si el margen de ganancia es bajo, el crédito puede comerse la utilidad debido a los costos de cobranza o financiamiento. En cambio, con márgenes altos, el crédito puede absorber estos impactos sin problemas.
3.3 Perfil del cliente
- Cliente recurrente, solvente: Aceptar crédito puede fortalecer la relación.
- Cliente nuevo, sin historial: Mejor optar por el pago al contado o parcial al inicio.
3.4 Plazos legales
La Ley de Pago a 30 días rige como estándar, pero se pueden negociar otros plazos por escrito. Es crucial respetar los plazos legales para evitar conflictos jurídicos o sanciones administrativas.
4. Recomendaciones y buenas prácticas
4.1 Cómo negociar condiciones con clientes
- Establece por escrito los plazos y penalidades por mora.
- Ofrece descuentos por pronto pago si te conviene asegurar liquidez.
- Evalúa la solvencia del cliente antes de ofrecer crédito.
4.2 Criterios para usar factoring o financiamiento de facturas
- Úsalo cuando necesitas liquidez sin endeudarte formalmente.
- Compara varias entidades de factoring por sus comisiones.
- Considera solo facturas aceptadas por el cliente (DTE con acuse de recibo).
4.3 Qué evitar
- Emitir factura al contado sin pago real. Es ilegal y sancionable.
- Aceptar crédito sin evaluar riesgo. Podrías enfrentar morosidad costosa.
- No documentar acuerdos. Las condiciones de pago deben estar respaldadas por contratos o correos.
Conclusión: ¿Cuál conviene más?
Para la mayoría de las empresas, especialmente las pymes, emitir facturas a crédito es la opción más recomendable. Ofrece herramientas legales, acceso a financiamiento, posibilidad de publicar deudas en DICOM o el Boletín Comercial y permite gestionar cobranzas de forma estructurada.
El pago al contado solo debe usarse cuando se recibe el dinero previamente. De lo contrario, no entrega respaldo legal en caso de incumplimiento.
En resumen: usa el crédito como norma general y el contado solo cuando tengas pago efectivo.
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